Hola a tod@s, después de unos días ausente, aquí me siento por fin en mi sofá rosa para contaros las aventuras de esta última semana.
El mes de Octubre se ha ido con muchas noticias y acontecimientos algo estresantes. Todo ello, ha provocado que mi noche de Halloween la «celebrara» en el hospital. No es nada grave, es lo de siempre, pero esta vez con más fuerza. Tengo que aclararos que tengo desde pequeñita una patología crónica en el pulmón, lo cuál hace que éste sea mi talón de Aquiles. Llevo una vida totalmente normal, pero de vez en cuando (últimamente, más de la cuenta), estoy expuesta a una infección y tengo que cuidarme para no empeorar y llegar a mayores. Esta vez la cosa se ha complicado un poquillo y me han tenido que cuidar en el hospital una semanita.
Lo que quiero contaros es la experiencia de estar en el hospital como mamá, cómo he visto a mi peque, a mi marido, a mi familia,… cómo ves que tu día a día, tus rutinas, … tu mundo se pone de repente patas arriba.