Sello de calidad: Velastisa Antiestrías

Llevo tiempo queriendo contaros cómo me ha ido con una crema que estoy aplicándome desde hace un par de meses para prevenir la aparición de estrías, y que por cuestiones varias no he podido hacerlo hasta hoy.

Tras el embarazo tenemos la preocupación o las ganas de volver pronto a nuestro cuerpo, las prisas no son buenas, y la lactancia hace mucho en esto (ya he perdido dos tercios de lo que cogí y sin hacer nada de nada), además de cómo sea cada mamá y la vida que llevara antes (deporte, comida sana,….). Al ser el segundo embarazo, las carnes están algo más flojas aún y ésta vez sí me preocupaba (por haber cogido tanto peso) que pudiera verse reflejado en la aparición de estrías, así que cuando madreesfera me dio la oportunidad de probar esta crema no lo dudé. Os cuento mi experiencia por si estáis en el mismo caso:

La crema que he probado es Velastisa antiestrías potenciador de elasticidad de la marca ISDIN. Está indiciada para la prevención y reducción de la formación de las estrías causadas durante el embarazo, adolescencia o en pérdidas de peso. Se ha probado en estudios clínicos con más de 500 embarazadas.IMG_20150710_104611

  • Formato: se vende en un bote (tipo tubo grande) de 250 ml con tapón fácil de abrir (no es de rosca), cuidado a la hora de apretar porque puede salirte más cantidad de la que necesitas (me gustan más los botes con dosificador). Resulta una cantidad muy buena y creo que suficiente, a mí aún me queda casi la mitad (aunque tengo que reconocer que todos los días no me he acordado de aplicarla dos veces, como te indican). Lo puntúo con un 4.
  • Perfume: en esto de los olores tengo que decir que soy un poco quisquillosa, he dejado de usar cremas porque me molestaba el olor. De la Velastisa el olor es suave y me atrevería a decir que algo neutro, para mí genial, otro 5.
  • Textura: es maravilosa, porque no es nada pringosa, es ligera y fresquita (me recuerda a los tipos aftersun o algo así). Para mí el punto a favor para que no me de pereza ponérmela después de la ducha (que es lo que pasa con dos niños, que ya ni eso te da tiempo). Un 5, sin duda!
  • Absorción: no tienes que esperar para vestirte porque se absorbe enseguida, no hay riesgo de manchar la ropa. La textura que tiene permite que se extienda fácilmente. Un 5 sin duda.
  • Eficacia: en esto tengo que decir que parece que funciona, hasta el momento ni una estría. Ahora bien, aún queda piel que volver a su sitio y kilos que perder. Intento hidratarme mucho por dentro. Y tengo que admitir que la vez anterior tras el embarazo no usé nada específico como esto y sí que alguna pequeñita estría apareció, pero nada sin importancia para el super barrigón que tuve y los kilos que cogí. Por esto puedo pensar que desde luego, este tipo de cremas (por su composición*) puede ayudar a prevenir la aparición de estrías. Mis esperanzas están más puestas en la parte de «potenciador de elasticidad», que eso sí que me hace falta. Pienso que aún es pronto para poder valorar este punto bien, pero por ahora le daría un 4 (por reservarme algo).

En definitiva, si estáis pensando en probar una crema antiestrías, os recomiendo ésta si duda. Aunque no olvidéis que cada piel es un mundo y la hidratación y el deporte son piezas básicas.

*Composición: Triterpenos de centella asiática. Hidroxiprolisilano. Aceite de rosa mosqueta. Manteca de shorea. Vitamina E.

Bueno amig@s, pronto os cuento más cositas, que vaya mes de septiembre estoy teniendo!

Muchos besos.

Lo que no te cuentan del post parto II: pasó la tormenta

Cuando todo el mundo te cuenta que el segundo hijo es distinto, que es más estresante, que con dos no es lo mismo que con uno. .. tú asumes el riesgo y crees prepararte, pero te lanzas de una forma inconsciente a la piscina de volver a vivir un postparto que para nada será como el anterior. Después de la nube, ¡se avecina tormenta! Hoy me he levantado muy bien, con la sonrisa de Ale y sus juegos, con Adriana pidiendo, como no, su teta para luego regalarnos toda su atención, compartiendo estos momentos únicos con el papi.

Las noches ya son llevables: Adriana está mejor de sus gases (está tomando un Prebiótico Reuteri que nos mandó su pediatra), lo cual le deja dormir más de cuatro horas seguidas, lo que me permite ser un poco más persona el resto del día. Alejandro parece volver «poco a poco» al niño ordenado y encantador que siempre ha sido (digo poco a poco, y muy bajito, para que no me escuche!). Puedo decir que la tormenta va alejándose por el horizonte y vamos viendo el sol (¡qué este año calienta más que nunca!).

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Lo que no te cuentan del Postparto I: la nube

Adriana llegó una semana antes de lo esperado, debió pensar que empezar el dia 1 era perfecto, ¡para mí lo fue! jejeje.
Las tres últimas semanas del embarazo son una mezcla de inquietud, ilusión máxima, cansancio y desesperación por soltar todos esos síntomas que ya te vienen muy largos (dolor de espalda, los ardores, el insomnio, la hinchazón, …). La expectación es tu minuto a minuto, así que es importante ocupar tu tiempo con tareas meta a corto plazo, especialmenete en aquellas que necesites dejar listas antes de que nazca el bebé. Como ya os he dicho en alguna ocasión, en este segundo embarazo, he sido un poco desastre y dos días antes de ponerme de parto aquí estaba yo haciendo una lista de lo que aún me quedaba por hacer (y que tras llegar a casa he tenido que ir concretando conforme nos ha hecho falta). No pasa nada pero sí es verdad que me ha estresado un poquito no haberlo tenido todo listo.

Del parto os quiero contar que, después de mucho temer una segunda cesárea, pude tener el parto natural que tanto ansiaba, sin duda la mejor experiencia de mi vida!!! Mi marido tenía mas miedo que Scooby Doo, jejeje y quería evitar ante todas las cosas volver a vivir la urgencia y drama anteriores, por eso insistía una y otra vez en que me programaran una cesárea,  hubo un momento en que creo que hasta el matrón Carlos, viendo el percal, quería seguirle la corriente. Sin embargo, no sé si os he dicho alguna vez lo cabezona que soy, a mí me gusta más la palabra tenaz, me propongo algo y no paro hasta conseguirlo (siempre que haya posibilidades, claro!). Esto me ayudó a soportar el dolor de las contracciones hasta último momento, hasta que mi gine vio que era el momento idóneo para la bendita epidural. La cuestión era que había posibilidades de parto natural siempre y cuando siguiera al pie de la letra lo que determinara mi ginecólogo, y no pidiera adelantar cualquier otra intervención (calmantes, epidural, etc.). Y así lo hice!

La recompensa sobrepasó los límites de lo deseado e imaginado. Siempre había escuchado los relatos de partos y experiencias ideales, que me parecían tan inalcanzables… pero ahora sé que se puede tener. Adriana llegó tras 14 horas desde que empezaron las contracciones en casa. No os vayáis a pensar que cuando os digo que fue ideal es porque no dolió, porque duele mucho!!!! Jajajaja pero el expulsivo fue tan bueno, que mereció la pena pasar todo lo anterior. En cuatro empujones la cabecita salió con la ayuda de todos los profesionales que había en el quirófano, con mis ganas y, sin duda, con el apoyo y la emoción compartida de mi marido, para él un super 10!!! lo mejor cuando Jesús mi ginecólogo me dijo que la sacara yo, no me lo creía pero así fue, pude tirar de sus bracitos y terminar de invitarla a su nueva vida fuera de la barriga. Ese instante, ese segundo, en el que notas por primera vez su piel, su llanto, su calor y aún sois una misma es inexplicable, ¡no hay palabras chicos! es ese amor a primera vista, incondicional e infinito. Tras las primeras atenciones de la pediatra y ginecólogo, iniciamos la piel con piel, ahí aún estás en una nube.

Sí, la nube son esos primeros tres cuatro días después de (volver a) ser mamá. Se caracteriza por un torrente imparable de hormonas, que aportan una felicidad infinita y que aún no te dejan aterrizar en la realidad del momento (del dolor, del cansancio que te espera o de lo que te viene por delante). Hay que agradecerlo en el fondo, porque es gracias a este estado de levitación que tu mente tiene un tiempo necesario para ir preparando las estrategias para afrontar los supercambios que se van a ir produciendo en tu vida.

Mi nube, esta vez, ha sido algo mas light. De hecho, creo que ha ido oscilando más como una montaña rusa que como una alfombra voladora, jejeje. Me ha costado asimilar que ya era un hecho, que Adriana ya estaba aquí! te lo imaginas tantas veces que luego tienes que creértelo.

Se puede decir que este período dura casi lo que tú estancia en el hospital. Las primeras dudas, las primeras experiencias y encuentros íntimos con tu bebé, me encantan esos momentos a solas: papi, Adriana y yo por primera vez juntos y buscándonos.  Las visitas de tus seres queridos, que tanta ilusión ponen en ir a veros. De todas ellas, la que más nerviosa me tenía , por supuesto, la de mi nenuco. ¡¡Qué emoción sentí al verlo entrar con su enorme sonrisa!!, ¡¡qué beso me dio y qué cara de alucine cuando vio a su hermana fuera de la barrigota!!

Del Hospital Dr. Gálvez, sólo palabras positivas, la experiencia muy buena en todo. Por puntualizar: he echado en falta la visita de la matrona a la habitación, aunque yo tampoco pregunté por ella y quizás sea así como funciona. Nos encantó, Rocío, la encargada de bañar a los bebés, qué mano tiene! todo un espectáculo ver el manejo con la peque y sus técnicas para relajarla.

Con la llegada a casa, comienza a desvanecerse poco a poco la nube, y vas conectando con tu nueva realidad:

El parto natural, sin duda, es una ventaja sobre la cesárea, pero cuidarte los puntos también tiene lo suyo. Te dicen que guardes reposo, pero con un peque de 2 años, ¡a ver cómo se hace eso!

Tienes que organizar las primeras visitas a ginecólogo, matrona, pediatra,… Además del papeleo inicial (os lo cuento en otra entrada, por si os puede servir de ayuda).

Se duerme muy poco, la casa sigue hacia delante, el niño tiene también que seguir sus rutinas y, aunque menos, también atender visitas. Todo ello, con tus hormonas más revolucionadas si cabe y el malestar físico añadido. Intentar mantener el equilibrio con todo esto es como estar en el caribe, donde lo mismo estás bajo un sol radiante que te cae un tormentazo casi sin pensarlo.

La tormenta: esta etapa dura un poco más, y depende de cada persona y circunstancias. En esas estoy yo ahora, intentando buscar el equilibrio y organizar mi mente, mi vida, mi tiempo,… ¡no sabéis lo que me ha costado sentarme a escribir!

Sólo puedo decir que de las 24 horas del día, me paso unas 8-10 horas con Adriana enganchada a la teta. El resto tengo que intentar dedicarlo a dormir (lo que me dejan), a tareas de casa, tiempo para Alejandro, … esperando recuperarme ya mismo y aprender a organizarme mejor.

Esto es lo que no te cuentan del postparto. No te cuentan cómo cuidarte (los puntos, los efectos de las hormonas,…), cómo puedes llegar a perder la cabeza por segundos y pasar de la ternura más absoluta a la irritabilidad feroz de quién no puede controlar lo que no se explica. La falta de tiempo para ti, el cambio en tu cuerpo (que puede ser más lento del que pensabas, ya no estás embarazada pero aún no eres tú),  el manejo de las nueva situaciones y reacciones del hermano mayor, …

Menos mal que ¡todo merece la pena!, porque tenemos la mejor de las excusas para superar esta tormenta. Adriana va cogiendo casi 300 gr por semana, así que ya casi ronda los 4 kilos y sus mofletes van poniéndose comestibles, jejeje tanto que Ale no para de darle besos y abrazarla. Para mí esa es la mejor de las recompensas a todo el sacrificio. Eso y saber que todo vuelve a su ser, que en unos meses ya seré más yo. IMG_20150624_122638

En fin, mucho que contaros y muy poco tiempo. Espero encontrar huequitos.

Muchos besitos amig@s!!!!

¡Preparar el bolso para el hospital!

Una de las tareas más entretenida y emocionante es el momento de preparar las cositas para recibir a tu bebé en el hospital.

Hay mamás que lo tienen todo controlado antes del octavo mes (ya que te dicen que a partir del mes 7 todo puede pasar). Con Ale el bolso, las compras, la ropa, … todo estaba listo sobre la semana 36 (a un mes de su llegada). Con Adriana, la cosa como ya os he ido contando, ha sido diferente: a penas hace unos días que terminé de preparar sus cositas, las mías y las del papi, cuando queda poco más de una semana para salir de cuentas.

Deciros que esta vez me he visto más torpe o indecisa a la hora de ver qué metía en la maleta, será el cansancio, las hormonas o que toda la sangre ronda la barriga, jajaja pero el ser organizada por naturaleza me ha echado una mano y he recurrido a la lista que hice para el nenuco, aunque tengo que decir, que la experiencia me ha hecho repetir unas cosas y desechar otras. Esto es lo que quiero contaros hoy:

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Visitar el hospital antes del parto

En la semana 36 de embarazo ya comienzan a sentirse esos nervios propios de la cercanía del momento. Una mezcla de ilusión, miedo y cansancio que, si bien ya viví (aunque de otra forma) cuando esperábamos a Alejandro, están presentes durante las 24 horas del día.IMG-20150510-WA0003

En este último mes me he puesto las pilas para preparar la llegada de Adriana, no me ha quedado más remedio! jejeje Entre las prioridades estaba decidir donde tener a la princesa.

Como ya os comenté hace unos días, tanto ginecólogo como matrona me aconsejaron visitar los hospitales en los que puedo dar a luz (que en mi caso, por mi seguro médico, son el Hospital Parque San Antonio y Hospital Dr. Gálvez) para decidir cuál se adapta más a mi caso y preferencias. No obstante, ambos han coincidido en decirme que quizás el Hospital Gálvez es el más apropiado para mí. Os cuento la experiencia en cada uno de ellos:

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La visita a la Matrona

Durante cualquier embarazo, estamos expuestas a un sinfín de dudas que resolver sobre nuestro cuerpo y mente, los cambios que sufren, sobre el parto, el bebé, …. El postparto queda relegado a un segundo plano, en ocasiones, cuando sería importantísimo conocer en qué consistirá para llevarlo lo mejor posible. De él quiero hablaros más adelante. Las respuestas a todas esas dudas las podemos encontrar por muchas vías: leyendo experiencias en internet, libros especializados ( ya os recomendé en su día el manual «Qué esperar cuando estás esperando»), acudiendo a charlas informativas sobre maternidad (de ellas también os hablaré en breve) o recibiendo clases de educación maternal (las suelen dar las matronas).

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Al tener el seguimiento del embarazo por seguro privado , éste lo realiza mi ginecólogo. Tengo entendido que por la Seguridad Social, es la matrona la que te ve con más frecuencia. Como es nuestro segundo embarazo, en esta ocasión optamos por tener una consulta individual con la matrona en lugar de las típicas clases de educación maternal. Hemos acudido al centro Mi Matrona, en Málaga. Al ser el segundo embarazo en este centro nos daban la opción de tener una cita individual con una matrona con experiencia para resolver dudas personales antes del parto y luego volver a verla tras nacer el bebé.

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